Que no se subestime, es mas de lo que se puede imaginar, mas de lo que se puedes creer, mas de todo, mas de nada.

Es letal, INQUIETANTE y astuta, es una maldita vividora profesional, una soñadora sin limites, y realmente, es un orgullo de persona.

Adora lo difícil, desprecia lo sencillo, ladea a su antojo.
Lo suyo es vivir sin frenar, sin parar, sin pensar, supongo que eso la hace incluso mas grande, mas real, mas envidiable, mas especial, mas, mas.

Existe algo invisible, raro, sensacional, explicito, en cada día de aquellos y de estos días, un recuerdo, y otro, y otro más. Y cuantos otoños pasaran, cuantas hojas caerán, cuantas puntas abiertas tendré, cuantos días recordare, cuantos gestos, cuantos abrazos, cuantos sueños, cuantos novios, cuantas cosas.

Cuanto me encantaría vivir todo eso con ella, todas esas cosas, de las que hablamos tantas veces, tantos planes de futuro, tanto, y tanto. Me atrevo a soñar demasiado, a buscar mucho, a decir bastante y a creer lo máximo. Nada es demasiado y podemos soportarlo, eso y lo que nos echen, que para todo decidiré apostar si puedo contar con ella.

Buscaré como un caracol embobado, una salida par cada problema, una sonrisa cada mañana, un abrazo en un día bajo, triste, un día mierda, uno de esos, que no son pocos.

Claro que aposté, apostó, apostamos y apostaremos.

Ella, es un tapón, de esos que si fallan, de nada vale lo demás.