martes, 27 de diciembre de 2011


Y yo más en bandeja no te lo puedo dejar, porque de rodillas las faldas no me quedan bien, que los volantes rozan el suelo y parezco estúpida, y tu verás lo que quieres de mi, aprovéchame al máximo aunque después me tires al rio, sabes que me da igual, que puedo conformarme toda la vida teniendo un pie tuyo en mi cama, unos calzoncillos entre mis bragas y tu nombre entre todas las hojas de todos mis libros. Que puedo dejarte notas por la calle y pedirte como regalo primogénito a los reyes magos, entre el secador y una colonia para mi padre. Puedo recibir el nuevo año contigo y conformarme con verte un ratito. Y te alquilo el corazón, un par de días, o déjame probar tu cabecita, a ver si consigo entender algo, que igual me viene bien, y dejo de comer ostias, que te juro que cada vez saben más a rayos, y nunca había probado unos rallos tan fuertes ni tan agrios. Nunca había tenido el corazón tan amargo, y nunca me habían temblado así las piernas, ni el cuello, ni nunca me habían dado un beso lloviendo, ni viera unas medias tan rotas como las tuyas, nunca le perdiera las llaves a nadie, y hasta la fecha, no gastara un euro en nada que no fuese para mi, y por ti perdería el trabajo. Nunca había querido así, y podría explicarte cuales fueron tus gestos exactos de todas las veces que te tuve a mi lado, podría decirte exactamente qué cosas me enamoran de ti y a que velocidad me va el corazón cuando me miras. Y yo solo te pido que bailes a mi lado, como una peonza, que te prometo que si dejas de girar, yo te cojo y te suelto de nuevo, que no te quiero tener en la mano todo el día, que sé dejarte bailar, solo quiero que me quieras, de verdad.

viernes, 23 de diciembre de 2011


"Eres como un niño que jura odiar los tomates sin haberlos probado"

martes, 20 de diciembre de 2011


Sé lo injusto que es, verme llorar cuatro días de siete que tiene una semana,
Sé lo injusto que es, quererte con toda la fuerza de una noria gigantesca o de cualquier motor de barco.
Se lo que es, que tu mirada me cale hasta puntos inimaginables.
Sé como me siento cuando me tocas o cuando dejas huellas en mi, la sonrisa que dibujas en mi cara y podrías dibujar en cualquier lugar del mundo, aunque me dijeran que en dos horas me voy a morir. Ojalá las malas noticias las dieran personas que significan lo que tu eres para mi, te aseguro que la vida, sería mucho más fácil. Y es probable, que me quieras por las noches y te despiertes sacándome a patadas, porque yo también sé, que nadie hace lo que tu haces, porque hasta ahora solo me sentí ocho o nueve veces así. Y estaba contigo. Por eso sé que puedo ser la última mierda, pero también sabes hacerme sentir la primera de tu cama. Eso es injusticia, en todo su esplendor. Y yo sé que no va a pasar, que no te vas a levantar un día y te vas a dar cuenta de que me quieres, porque esas cosas no pasan aquí, ni en personas como yo. Porque llevo demostrado lo indemostrable, y tu sigues estando cuando te viene en gana. Mi error no fue enamorarme de ti, si no llegar a quererte tanto, pasar de jugar a querer y de querer a enamorar, ir poquito a poco, cuando haces las cosas despacio, el resultado puede ser tan perfecto. Que deshacerlo puede llegar a ser, lo más complicado de este mundo. Y ojalá pudiera dejarme querer y no querer, quererte unos días contados al año. Pero yo corro siempre detrás de ti, cuando quieres, cuando no también, y tu terminas ganando todas las partidas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

14 Diciembre

Aunque alteres el orden de mi vida dos millones de veces, me hagas subir a la luna y bajar como un cohete, me hagas llegar al sol y que, justo cuando me estoy quemando, te veo venir con el vaso de agua fría, y finalmente me dejas congelada, y sola, porque si tú me quieres para mi puede ser siempre verano, o primavera, otoño invierno si prefieres, puede ser el último día de las notas con todas suspensas. Pero si me dejas sola la cosa cambia, se antoja difícil y los granitos de arena se convierten en piedras de dos metros de alto, las cancelas, son portales enormes, y los muros, fortalezas gigantescas. No es bueno, al menos no puede ser bueno, eso dicen. Pero a mi no me parece que sea malo del todo, es como un juego sencillo, yo lo coloco todo: desahogo mis penas, regalo cosas, vivo también los lunes, cambio las sábanas los sábados, duermo los viernes con mis amigas, aspiro la alfombra de mi habitación, coloco los lápices en un lapicero , miro la tele a las nueve y media y cierro siempre que me acuerdo las puertas de los armarios. Y entonces tú llegas y lo descolocas todo, cambias mis horarios, pierdes cosas y me haces buscarlas por todos lados, me sonríes y haces que todo mi mundo y las cosas que creía que estaban en su sitio ahora no tienen donde meterse, y yo lo vuelvo a recolocar todo hasta la próxima vez, y aunque el juego se repita todas las semanas, nunca pierdo toda la esperanza de que un día el juego no encuentre más variaciones, o mucho mejor, deje de ser juego para ser algo más.. Y ese día si llega, aunque debería dejarte en la puerta de mi casa, seguramente seguiré esperándote detrás de ella siempre que me quieras, y me limitaré a ser feliz a tu lado, a invertir en una cuenta conjunta en el banco aun con el riesgo de quedar desplumada con otro desamor de tu calibre. Y yo podría aguantarlo todo, otra vez, sin ninguna duda, todo, las noches que pase a tu lado y las que no, tus malas caras, los besos que no me diste y los abrazos que no me hicieron falta. Todos los lloros a las tres de la mañana en un balcón con cigarrillos , los hombres que no te llegaban a la suela de los zapatos, todas las canciones que hablaron de ti durante tanto tiempo. Todo, siempre.

viernes, 9 de diciembre de 2011


Me siento a esperar, puedo esperarte una vida, de verdad, todas las vidas que quieras ,(las siete si soy gata)volando detrás de ti, viendo como despegas y te das de bruces contra una farola de color verde, verdes los ojos que te miran. Y vale la pena, te lo aseguro, aunque quieras engañarme, sé que mereces la pena, no te empeñes en fingir ser una fuente cualquiera, porque a mi gusto eres como la Fontana Di Trevi, y por más deseos que te pida, escuchas a duras penas y te haces el sueco. Y ya sé, sé que es tu manera de ser, que tus calcetines tienen que llevar esa letra, que tus tenis se atan así, que la ropa te queda mejor negra y el corazón, mejor guardadito en una caja fuerte. Que lo que piensas, lo sabes tu y nadie (sin excepciones) tiene más prioridad de paso que entrar hasta la cocina, y no te creas que dice gran cosa de ti; solo que eres desordenado, que te gustan los platos fáciles y te comes cualquier cosa a simple vista, pero eres exquisito eligiendo, y aunque quieres parecer fácil, posiblemente sea más fácil tener un pez sin agua durante dos horas, que tenerte una semana en mi cama. Y acostumbrarme a ti es tan fácil, el problema es que cuanto más estás, menos me apetece que te vallas, y es un problema, créeme que lo es. Dependo de ti, te quiero a ti. Pero supongo que es una carga que puedes soportar, que rechazas por que quieres, ya lo sé, y sé que sabes decir no, nunca lo he dudado. Y te lo digo ahora, llama a la puerta las veces que quieras, vive entre mis sábanas por las noches y vete por la mañana temprano, dame besos, o mucho mejor, no me los des, pero quédate a mi lado cosido a mi sombra.

jueves, 1 de diciembre de 2011

1 Diciembre

Dificil es olvidar cosas que tienes demasiado aprendidas, como que Cervantes escribió el quijote, que los exámenes no se hacen a lápiz, que uso la talla ele y no la eme, cosas, como que mi madre llega todos los días a las diez y veinte, que los miércoles tienes gallego mientras yo tengo literatura, que los calcetines negros, quedan mal con los zapatos marrones. Quererte tanto también es algo que he aprendido a utilizar en mi contra, sin encontrar el termino medio que me lleve sin querer algún dia a tu vida, yo te lo escribo por todas partes, a ver si un dia apareces con un pie dentro de mi cama. Que ya sé como te ries, como hablas y como me sabes buscar y encontrar sin mapas ni gps, en el momento exacto, con las palabras contadas en milímetros y los besos con dedos de la mano derecha. Sé como describes la vida, pero no sé que esperas de ella, yo sólo sé que tu sabes, siempre supiste. Lo sabes todo, sabes los centímetros exactos y la altura a la que tienes que dejar tu boca de la mía para volverme idiota. Que yo estoy soldada, cosida, sellada, marcada y creada a tu antojo, escogiste los momentos para enamorarme acertando sin dejarme saber lo que estabas haciendo con tus maneras, esas maneras tuyas de mirarme cuando tienes sueño, cuando estás enfadado y tienes un mal día, o cuando las cosas van bien y el sol entra marcando territorio. Sé como sabes ser rey a veces y mendigo asqueroso otras. He aprendido a no judgarte, a quererte cuando me quieras y cuando no pues no y punto, a confiar lo mínimo en ti para llevarme sorpresas en lugar de ostias. Porque a veces, solo consiste en ser un poquito más fuertes que las del pupitre de al lado, y que quien te quiera joder, le salga siempre mal. Otras veces no, pierdes y punto. Y ya está.