Desde el punto de vista del ser humano; nada es precisamente como ella lo mira, y todo es demasiado preciso a ojos del propio.

Y no importa cuantas navidades pasen, porque ya han pasado demasiadas a tu lado.

Empiezo a creer en el paso del tiempo, soi realista, hace unos años no significaba nada para mí, sin embargo a día de hoy caigo en la cuenta, han pasado tantas cosas, incluso las camisetas me quedan cortas de mangas, aquel arbol que plantamos hace años, ha echado importantes raices.
He contado hoy los pelos que me caen a lo largo del día, y te aseguro que no son pocos, si no mejoro, en unos meses me quedo calva.
He conocido a tanta gente, y tan poca se ha quedado aquí, encuentro recuerdos de cada una en los cajones de la memoria, pero algunos preferiría no haberlos sufrido en mi piel. Por ejemplo, odio las despedidas, chocar contra la pared se me hace insoportable, ir pasito a pasito se me hace eterno, la gente hipócrita me enerva en importancia, podría sequir, pero cada persona es un mundo, y cada uno tiene su mundo organizado, no porque yo diga una cosa, tiene porque ser cierta o incierta para alguien. La adolescecia es necesaria, pero tambien un incordio, son los mejores años y no lo dudo, pero no todo son rosas como lo pintan los mayores, y yo creo que cuando sea vieja tambien lo pensaré, porque tambien de mi infancia intento recordar apenas lo bueno, que digo, no es poco, pero no todo es precioso. Curiosamente, todos, tenemos la capacidad de derrotar los recuerdos infelices o inpropios, y guardarlos en archivos ocultos, que solo deben aparecer con astillas. Deben, he dicho, tambien aparentemente aparecen cuando no tienen que aparecer, he dicho, simplemente me dan asco las despedidas.

¿De verdad sigue creyendo que el cuerdo de esta história es usted?

- ¿quien se ha equivocado?
- he sido yo
- ¿y lo dices tan tranquila?
- por supuesto no me averguenzo de los errores, ¿sabes? Y no es nada malo, creo que deberías probarlo, así te darías cuenta, que aveces intentas ser tan perfecto que llega un momento que no eres capaz ni de reconocer tus propias erratas, y eso no es para nada bueno, y aunque no lo creas, lo sabes, algún día lo entenderás y será pronto, quizás justo en el momento que yo me largue para no volver, pero todavía estoy en proceso de maquinar la estratagema para diluírte. No me conoces, en realidad, nunca me has conocido y nunca quisistes conocerme
- ¿Qué tal hoy?
- hoy me parece algo tarde.

Juraría que había estado en aquel lugar alrededor de doce veces, con la misma cámara colgada al cuello, contiguas llaves en el bolsillo y misma música tirana sonando en aquel viejo y tirrio altavoz.
Hacía tiempo que no jugaba a jurar, que no jugaba a querer, ni tan siquiera a hablar tranquila, a cualquier cosa la llaman tiempo, quiero decir, que diciendo " hacía tiempo" englobo un tiempo indefinido, pudo ser la semana pasada o hace cinco años. Pero esa es otra historia.
Ella sabía que él volvería, no se marcharía así sin despedidas, el problema es que sus finales, se repetían continuamente. Y creía que esa sería la definitiva, la no va más. Cinco minutos después el la besaba como el primer día, es increíble su capacidad para aniquilar cualquier tipo de barrera visual o psicológica por un par de besos, al fin y al cabo, alquilados.
Se abstiene a cualquier propuesta de movimiento, las cosas claras, los cambios no le acaban de caer bien, tienen algo que no le hace gracia, ni una pizca.
El alcohol, hace que de vez en cuando mezcle conceptos, aveces incluso sentimientos, y cuando llega a casa los vomita en forma de lágrimas, esta noche quizás no le lleguen las manos para contar los tequilas, y todo su sufrimiento, finaliza irremediablemente en él. Porque aveces, cuando no queremos que algo nos afecte, termina por sucumbirnos la mente de tal manera, que solo vivimos para cual problema, esa es la cuestión.
Ella esta noche dormirá sóla, y mejor sóla que mal acompañada.

ellas son el presente, curiosa amistad.