lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Por dónde empezó ella?
Ah sí ya recuerdo, a grandes rasgos pero me parece que sí, empezó por el final, si si, no te asustes, el final, no necesariamente significa de verdad un final, no porque en la vida, cada final es un nuevo comienzo.
Un domingo de cualquier calendario. Tarde. Casi de noche, los columpios de aquel parque oscuro estaban hasta los topes de rocío, su estirado ombligo le dejo alcanzar unos rayos de felicidad al fondo a la izquierda.
Recordar y recapacitar la hacía realmente felíz, pero llevaba meses siendo desdichada, al fin se decidió a poner las fotos, las cartas, los calcetines, la pulsera, el reloj y un calendario encima de la mesa, y se guardo el miedo y los remordimientos en un bolsillo.
Tardó varias horas en echar las cuentas, si, las cuentas de los días, las horas, los minutos, los lloros, las vueltas de su ira, de su tristeza de su absorción, de su simple no entender, de todo lo escuro que se le había vuelto todo desde aquel maldito abril.
Y alguna de las neuronas de su cabeza recapacitó al fin.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Salta desde un extremo al otro de la cama. Música demasiado alta, no se escucha ni lo que dicen, tanto tiene, tampoco la entendería, inglés, prefiere imaginar, lo que le sugiera la música, será para ella el significado de dichas palabras, aunque probablemente, o casi seguro que no tendrá nada que ver con lo que significa, pero no importa, a menudo, las canciones empiezan decepcionandola, aunque después gracias a una emisora cotizadísima, pase a ser el numero uno en su lista de itunes, aunque en un principio, le pareciera odiosa.
Desde hace algún tiempo es tan manejable o más que un muñeca, cuándo se levanta tiene una opinión, y al terminarse el sol, ha cambiado seis veces de referencia, y tiene otra en mente que se contradice a sí misma. Puede ser, el lema que mi padre me repite cuándo no me entero de algún tema de mesa, con un aire irónico: Son cosas que tú nunca llegaras a comprender
Y en realidad, jamás las entenderé.

lunes, 16 de noviembre de 2009


Sencillamente la amistad acapara a todo el que persigue.
¿Y después? Después ya se verá, de nada vale hipotecar hoy el futuro, somos lo que somos. Ya seremos lo que tengamos que ser.

domingo, 15 de noviembre de 2009



-¿Dónde has estado toda mi vida?
-Fuí a por tabaco.




Inspirada, no no, no estaba inspirada en absoluto. Estaba tirada en aquel viejo sofá, aquel que lleva años echando un momentáneo olor a tabaco de pipa, aquella pipa marrón que alguien sostuvo durante largos años, y que finalmente se consumió, con humildad y serenidad, pero como todo lo que muere, dejó sellado aquel sofá de la parte de atrás de aquella casa, dónde veraneaban juntos.
Todas las noches lo olía en busca de un grato suceso, y derramaba lágrimas contiguas a recuerdos, hasta que un grillo con su canto le recordaba que ya pasara algún tiempo, y que los recuerdos estaban bien, pero que era hora de superarlo. Ella lo sabía, si, pero eso no significaba que su corazón lo quisiera comprender.
Y todas las noches, apoyaba sus orejitas rosadas en una almohada demasiado amplia, bastante desaliñada y anticuada. Aveces el sueño se convertía en mordeduras, se despertaba sobresaltada cada media hora. Una imagen, otra, y otra más. Eran demasiado difíciles de controlar aquellos impulsos, también debía mantener una compostura de autodefensa.
Aquella maldita separación la traía realmente descompuesta, el no se había llevado nada, se lo había dejado todo, todo menos aquellas últimas fotos, sacadas en quien sabe donde en un mes, del que ya no recuerda el nombre, los días han pasado sumisos, la idea la concierne y la cierra en un circulo en el que tan solo cabe ella.

Toc Toc.
-Soy yo mi amor, he vuelto. Ya tengo las fotos.

La locura, es previsible, el amor irracional.

sábado, 14 de noviembre de 2009

No encuentro necesidad de substituírlo. Ël lo tiene todo.