Cofre
martes, 1 de abril de 2014
lunes, 3 de febrero de 2014
jueves, 5 de diciembre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
Pánico, la idea de que en un momento de mi vida me apetezca preguntarle algo, incluso la cosa más tonta, no tiene porque ser importante, y no le encuentre. No encontrarle desnudo un domingo por la mañana a mi lado, o simplemente al otro lado del teléfono, la idea de que me llamen enana y no tengan su boca, o esa forma de sonreír. Esta claro que estas últimas lineas cada uno las entenderá a su manera, que jamás será la mía, que es complicada de entender, como lo son todas las cosas hermosas de este mundo, es cierto eso de que las cosas más bonitas no son para explicarle a nadie, simplemente se sienten, y se evaporan dejando ese aroma, recuerdo, esas trivialidades o incógnitas tan nefastas para los demás y tan maravillosamente simples para uno mismo. Y no volvería a ser igual, sinceramente, me produce nauseas pensar que puede haber vida después de ti. Que puede haberla, y sí, lo más probable es que la haya, pero no la quiero.
jueves, 10 de octubre de 2013
martes, 30 de abril de 2013
lunes, 18 de febrero de 2013
domingo, 30 de septiembre de 2012
jueves, 9 de agosto de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
miércoles, 4 de abril de 2012
"Sin miedos liberemos nuestros sueños y vamos a recorrer por esos tiempos."
lunes, 2 de abril de 2012
Habríamos parecido dos gilipollas, atados a una mesa que cogea siempre de la misma pata, a dos milimetros del suelo, con el mismo error de fábrica con el que nos vendieron la mentira de un amor sin fecha de caducidad reservada. Habría de quererte más si cabe, todos los jueves de ocho a tres, supongo que no te importará, a mi también dejan de rozarme tus escamas en los brazos al meterme en la cama, pero siguen doliendo tu indiferencia y el rastro que vas dejando, y puedes perderte en un bosque, cómpratelo y piérdete bien, piérdete con quien quieras sin arrastrarme nunca, óyeme bien, nunca. Doler duele pero no creo que llegues a saberlo, terminarás siendo el nada más claro de la historia, será todo del color y la espesura de la niebla y las comparaciones dejaran de ser odiosas para recordarte como uno de los pespuntes mejor dados de mi vida, un braguetazo en toda regla, los gemidos más reales y las manos más ágiles entre mis piernas, habríamos sido todo si de mi se tratase. Tranquilo no volveremos a ser nada, cambie el irme a ratitos y estar siempre, por el no estar nunca y quererte de lejos, cambie el fumarme la sien y los días por ti, a fumarlos por mi y por todos mis compañeros. Al menos ya nadie me hará temblar, y llegará el momento en que no me hará daño ni escuchar tu nombre, no pienso ni pestañear. Habría de quererte a morir, pero a mi no me mata nada, deberías saberlo, y si no, ahora ya lo sabes.
miércoles, 14 de marzo de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
Dicen que no querrás a nadie, que no sabes querer, que eres así, una persona que no merece la pena (así de simple) que si pude enamorarme de ti podría enamorarme de cualquiera, quien sabe cuantas personas habrán pasado por mi vida diciéndome con total seguridad que algún día te tirarás de los pelos por no tenerme a tu lado. Yo no estoy tan segura, de lo que sí estoy segura es de que no tienes derecho a pedirme nada, lo hiciste lo mejor que pudiste, no te lo reprocho, aunque me lo habrías puesto más fácil estropeándome el corazón con una hostia enorme y no con tantas pequeñitas, el dolor lento es el más jodido. Y a mí no se me dá pasado, ni las ganas de cerrarte la boca a besos, ni el deseo de darlo todo por ti sin importarme el final feliz o el tortazo contra un muro, como si buscara una segunda parte para esta historia que no existe, que no se encontraría nunca. No consigo olvidarte, y continuo luchando contra tu sonrisa escapando de tu mirada, de todo lo que tenga que ver contigo. Pero sigue encendiéndose algo cuando escucho tu nombre, y se antoja difícil meterme en cama sin quitarme de la cabeza un beso largo en un bus un domingo de enero, la canción que cantabas una mañana a las ocho y media, las risas con las caras pegadas en una playa, tus mensajes de “ábreme” o “yo ya llegué” que no volverán a sonar en mi móvil, todas las películas que vi por ti, todas las palabras que leí y escuché de tu boca, todas las veces que te reías de mí por tardar mucho en ducharme, por como me sudaban las manos o por como tiemblo, por llegar siempre después de ti, por dejarte hacer todo a tu manera. Todas las veces que pensé en tu vida, en tus miedos, en tus problemas, en lo que llevas vivido, todas las vueltas que le dí para que las cosas salieran bien, todo lo que llegué a dar por ti día a día. Y ahora me cuesta, ¿tu te imaginas lo que me cuesta hacer que no te conozco?, ¿mirar que buscas en mí algo que yo no quiero ni puedo darte y sentirme culpable?, pensar que puede que nadie se llegue a dar cuenta como yo de cuanto, mereces la pena, y encima el miedo que me produce pensar en que nadie sepa llegar a quererte, o peor aun, que te llegue a querer más que yo. Yo noto como si hubiera un vacío enorme, como si se hubiera partido América del norte de América del sury no supiera como cruzar la frontera. No te imaginas lo que es estar todo el día olvidándote, intentando vencer algo que no hay por donde coger. Pero el amor es así, te deja la vida descolocada, y llega un momento que se va hacia cualquier lugar, te descuelgas de su boca y el te suelta la mano, y siempre que caes al suelo aparecen todas esas personas que merecen la pena y se vuelven locos por hacerte sonreir, por sacarte de la cama los domingos, por no dejarte llorar cuando estás en una discoteca y te lo encuentras de frente, y otra veces te dejan llorar sin decir nada, para decirte que eres una mujer increíble y quien no sea capaz de verlo no te merece. Y cuando casi te convences, piensas en los besos que tuviste puestos en los labios de otra mujer, y todos los muros que construyes durante días se vienen abajo un domingo sola, acostada en tu alfombra marrón, y sabes que volverás a ser feliz, pero también sabes lo que te está costando conseguirlo.