jueves, 30 de septiembre de 2010


¿Me preguntas si creo en las casualidades? Pues no losé me propuse esa pregunta hace un par de años y no recuerdo que hice con ella, no recuerdo ni siquiera si llegue a contestarmela, nosé supongo que no. De aquella todavía no te conocía. Bueno en realidad si te conocía. Si se le puede llamar a eso conocerse. Nos intuiamos. Bueno, quizás ni eso.
Hay personas que entran con una fuerza increíble y que en un abrir y cerrar de ojos tienes ahí, cerquita de ti. Y otras que has visto como ochocientas veces, derrepente un día, empiezas a mirar con otros ojos... Hasta el punto en que tu vida se basa en sus sonrisas, sus abrazos, sus ganas de hacerte reir. Hasta un punto que va mucho más hayá. Mucho, mucho más. Todo lo más lejos que te puedes imaginar...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Después llego un verano de temperaturas altas, y encima un putrido septiembre, se nos echaron las horas encima y se nos fué la amabilidad de las manos, empezamos por dejar los besos y terminamos perdiendo las sonrisas. Y un día buscando en lo que fueramos, encontramos una conversación, ella saciaba con tus besos, tu saciabas con simples sonrisas normativas. Pasamos horas y días de canciones estropeadas, que terminaron siendo aburridas, tanto como los discos de vinilo que tu padre guardaba en el baúl del trastero. La felicidad pareció sonreír entre aquellos besos, aveces los recuerdos son tan agradables... Besos y más besos, besos alquilados, besos robados, besos malos, besos distintos... que coño, besos al fin y al cabo.